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La Lectra (2, No. 3); Revista De Ciencias Y De Artes


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Resumen del Libro

Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1902. No se muestra. Extracto: … manas en sus afeites. Las pelucas eran ya usadas en Oriente y en Egipto, Mausolo, el tirano de Casia, mand sus s bditos llevar sobre el pelo rapado un biso cuya venta realizaba buenos precios el tesoro imperial, medida opuesta, aunque con rines semejantes, la de la contribuci n sobre las pelucas en muchos pa ses europeos durante el sigloxvm. Ni la burla tica de los poetas en la antig edad, ni las predicaciones de la Iglesia cristiana, consiguieron desterrar esa costumbre de adornarse exageradamente la cabeza, que ha perdurado hasta tener su punto lgido en la poca de Luis XIV y posteriores, en que el peinado alcanzaba una altura superior cuatro veces la del rostro. En nuestros mismos d as se han conocido per odos en que el af n de rizos y mo os postizos ha hecho elevar considerablemente el valor del cabello ajeno, el de las aldeanas bretonas ha llegado venderse 12o francos por libra en el ltimo cuarto del siglo pasado. Seg n Ticiano, las damas venecianas sobresal an en el arte de dar su cabellera un rubio de oro, empap ndole en una soluci n de cloruro de potasa (agua blanca) y exponi ndolos pacientemente los rayos del sol. Los cosm ticos modernos proceden del Oriente musulm n, algunos de ellos fueron importados Europa por los cruzados, dando lugar una serie de f rmulas que llegaron inundar el continente y dar amplio trabajo qu micos y art fices, las mujeres inglesas empezaron entonces conquistar su interesante palidez bebiendo vinagre y haci ndose sangrar dos tres veces cada a o, la D…


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