Y El Silencio Era Una Fiesta

Resumen del Libro

RESEÑA, de la escritora Nuria Gregori Pla: Los poemas de Jaume Muñoz celebran la memoria y el tiempo. No es una celebración necesariamente festiva, si por esto se entiende el fulgor despreocupado de lo liviano y la certeza de la primavera. A Muñoz le parece más productiva la incertidumbre de lo inexorable. Los poemas celebran la pérdida, el silencio tras el día y el final de los mapas, la incertidumbre, el desplome de la imagen física y las texturas de los recuerdos. Pero con un vacío, un después, que pesa y que existe. Cae la estructura y a la ballena se le desploman las costillas sobre un océano duro y seco. Claro, ninguna tragedia. Porque la destrucción contiene la pulsión de la vida, del cambio, y es precisamente en este rescoldo donde los poemas instalan su pasión, su núcleo, punto de ebullición. Sin servir al naturalismo, convierte la palabra en símbolo y la estructura en percusión. Un juego, en vano, para celebrar lo certero y lo inútil. FRAGMENTO: era un sonido constante, un sonido constante de fibras vibrando, de perlas chocando en la mano, de seda rota, de recortar bigotes, de grava pisada y de un blues repetido, repetido, repetido era un sonido de viernes abriéndose, era un sonido de yunque paciente, de reglas rotas, de vueltas precisas, de intuición en las esquinas era un sonido de árbol desnudándose, era un sonido de alma gemela llamándonos desde muy lejos, era un sonido sin explicaciones, un sonido que casi nadie más hacía