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El Pentecostalismo De Puerto Rico


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Resumen del Libro

Varios puertorriqueños que emigraron a Hawái en los años 1900 regresaron a Puerto Rico como misioneros pentecostales entre 1916 y 1917. Su mensaje tuvo una fervorosa acogida. Dios no solo se acercó a los más insignifantes de la sociedad, su Espíritu hizo morada en ellos. Sanidades y milagros eran frecuentes entre ellos. Los creyentes fueron conocidos como los aleluyas , pues alababan a Dios a toda voz, sin inhibiciones.Rasgos culturales facilitaron la expansión del mensaje pentecostal. La creencia en lo sobrenatural era prevalente. La religiosidad popular era la dominante e incluía la participación de la mujer. Los que salían a predicar subsistían, a menudo, gracias a la inviolable ley de la hospitalidad. Muy temprano los creyentes ofrendaron para sostener a sus pastores, a costa de suprimir comidas. Ser autosuficiente le permitió a la iglesia trazar su propio rumbo.Durante la década del ʹ30, el pentecostalismo se convirtió en la corriente protestante más numerosa. A pesar de los esfuerzos de los misioneros americanos por detenerlo, a partir de los años ʹ30, muchos evangélicos ignoraron las explicaciones racionalistas y adoraron a Dios al estilo caribeño.El gran proyecto del pentecostalismo fueron las misiones externas. La primera misión permanente establecida en República Dominicana en 1930 fue seguida por otras en Cuba y Haití, y de ahí a Centroamérica. Hoy existen cerca de 10,000 congregaciones en el exterior, afiliadas a concilios puertorriqueños, principalmente en América Latina.El pentecostalismo se ramificó en la década del ʹ30, pero el relato continúa con la iglesia original, la Iglesia de Dios Pentecostal. Su extraordinario crecimiento en las siguientes décadas y el de sus misiones, la condujo a rescindir de su imaginaria dependencia de su afiliada norteamericana. Tensiones surgidas en relación al establecimiento de iglesias puertorriqueñas en los Estados Unidos y en relación a las misiones caribeñas, llevaron a la…


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