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Sven Hassel Libros

La Legion De Los Condenados

Retumbar de botas claveteadas en el cemento del patio, con producción de chispas fugaces. Cuarto de vuelta al salir del cuartel e inicio de la marcha por el camino empapado, bordeado de álamos. En un batallón disciplinario, las conversaciones y las canciones están, naturalmente, prohibidas, individuos de cuarta categoría no pueden aspirar a los privilegios

Liquidad Paris

Hermanito aterriza sobre la escotilla trasera del acorazado. Es el puro suicidio. Vacía la carga de la metralleta dentro del carro. Con la rapidez de un relámpago salta a tierra y con un tiro maestro lanza una granada de mano por la escotilla abierta. El carro pesado gira salvajemente, aplasta a unos británicos debajo de

Camaradas Del Frente

Escuchamos las orugas de los tanques que se aproximan. –Un T-34. Nos tienen que haber descubierto, susurra Hermanito. – ¡Quedaros hasta que esté aqui, entonces nos largamos! El repugnante traqueteo de las cadenas se acerca más y más. Conozco la angustia que se arrastra por la columna vertebral. Correr un segundo antes de tiempo es

La Legión De Los Condenados

La falta de soldados hace que Hitler usa cualquier posibilidad para llamar a filas. Criminales, presos políticos y desertores son amnistiados y mandados a la guerra. Todos terminan en un batallón de castigo y son mandados a los peores misiones. La obedeciencia ciega es de lo más crudo. No menos de veinte veces al día

Gestapo

Es como si todo el terreno volase por los aires. Una larga explosión retumbante sacude las lineas alemanas. Entonces se escucha un grito infernal. A través de los destellos de fuego se ve la enorme silueta de Hermanito con el bombín gris en la cabeza. Está al fondo de la trinchera enemiga con la metralleta