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Sergio Cortina Libros

Saliendo De La Calle Oscura

Tras el quinto sorbo al Kas me dieron ganas de mear y bendita la diminuta vejiga de un niño. De camino a los lavabos, con la cremallera del inocente pantalón corto todavía abierta, apareció la imagen. Destellos de luz dorada y cantos angelicales iluminaron el pasillo y el videojuego de mi vida mostró el primer