Margaret Eleanor Leigh Libros
El Amarillo Equivocado
Yo, a mis cuarenta, sin hogar, cerca de quedarme sin dinero, y realmente sin muchas diferencias con la indigente sentada en la banca vecina. Aunque quisiera, no podría levantarme e ir a casa, porque ya no tenía un hogar a donde ir. Ahora mi bicicleta y mi pequeña tienda de campaña eran mi hogar. Ahí