Menu

Juan Antonio March Libros

Espérame En La Habana

Cada primero de noviembre, Jorge Basauri subía al cementerio de Bahía Blanca y depositaba religiosamente tres grandes coronas de flores sobre la tumba de su amada, una combinación de azucenas y jazmines, a las que ataba un lazo blanco con ribetes morados en el que hacía bordar siempre la misma dedicatoria: La Habana no duerme