Menu

Fernanda Trias Libros

No Soñarás Flores

Pero no fue hasta la semana después, cuando pasó lo del teléfono, que pensé realmente en eso: que el olor de mi padre sería lo primero en olvidarse, lo más frágil, y fue como si de pronto mi padre muriera de nuevo, pero ya no solo, en su casa, tratando de abrirle la puerta a

La Azotea

El mundo es esta casa, dice Clara, mientras pretende proteger a sus seres queridos de un exterior que le resulta cada vez más amenazante. Clara se atrinchera con su padre y su hija Flor en un apartamento oscuro que irremediablemente se va desmoronando sobre ellos. La azotea se convierte en su último resquicio de libertad.