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Antonio Iturbe Libros

A Cielo Abierto

Francia, años veinte. Sólo los mejores pilotos son aceptados en Latécoère. Entre los elegidos están Jean Mermoz, Henri Guillaumet y Antoine de Saint-Exupéry, tres heroicos aviadores que abrirán las primeras líneas de reparto de correo en rutas inexploradas. Ninguna distancia es demasiado extensa para ellos, ninguna montaña demasiado alta: las cartas deben llegar a su

Días De Sal

Ya no siento nostalgia de nada, ni siquiera de la vida. Me he desprendido de todos los vínculos y por fin soy libre. Nada me ata ya a ninguna parte y por eso cuando sienta que se me va el último suspiro, no sentiré nada, ni pena ni alegría, me iré y cerraré la puerta