Juguetes Tradicionales Gallegos. 100 Propuestas De Elaboración

Resumen del Libro

En este libro, Rubén Annicchiarico se ha puesto a bucear en el mundo del juguete y ha encontrado, como no, una marea de objetos propios, personales, hechos por él o sus alumnos y alumnas, que forman parte de su cultura y de la de otros y que aquí nos describe con paciencia y minuciosidad franciscana. Desde la experimentación y construcción de la totalidad de juguetes que nos muestra, nos abre el camino para una seria reflexión sobre el uso y las implicaciones de estos objetos tan queridos. Pese a ello, para mí, de todos los textos que Rubén ha escrito, éste es el más arriesgado para prologar o al menos el que exige más afinación. La razón de estos dulces recelos pasa por la propia defensa y sentido del juego y del juguete y, al margen de la configuración específica de las piezas que aquí se exponen, por la filosofía general que sustenta la existencia de estos mágicos objetos. Reflexionemos en voz alta ¿Existe el juguete como algo propio y definido, válido e igual para todos? Los romanos tenían claro el concepto de juguete como elemento mediador, no central, del acto de jugar y, de hecho, no existía una palabra específica que significara lo que hoy llamamos juguete. El término que usaban compartía otros significados. Ésta sería una de las razones de mis reticencias, pero no razón suficiente. Sin embargo sí que me surge una fuerte prevención cuando vemos cómo, especialmente en los últimos años, el juguete se ha pervertido de tal forma que, las grandes fábricas, han intentado convertirlo en el elemento central del juego. Es más, intentan, cada vez con más fuerza, que el juguete sea el juego y que éste responda a unos modelos culturales muy determinados. En las últimas décadas el juguete ha sido asumido por el sistema como un producto más de consumo, condicionando su valor educativo y/o lúdico a la obtención de unos buenos resultados económicos. Los juguetes construidos son elementos compartidos por el que juega y el que…