Israel: Jubileo Profético Y Convocaciones Santas.
Autores
Resumen del Libro
El pueblo de Israel en su dura cerviz no entendieron que sus rituales y comisiones dadas por Dios encerraban en sí profecías que apuntaban hasta nuestros días. En su peregrinaje estaban más preocupados en el pan de cada día y qué les deparaba el mañana inminente sin comprender la importancia del Plan Eterno del Redentor. No han ni hemos cambiado mucho. Los descendientes de Abraham peregrinaron bajo la jurisdicción internacional de Egipto como potencia e imperio alrededor de 430 años (Ex 12:40), y de ellos aproximadamente 215 años—desde el 2238 al 2453 de la Creación—específicamente en tierra de Egipto, una vez que Jacob reconoce que su hijo José estaba vivo y baja a Egipto a reunirse con él (Gn 45:9, 28, 46:27). Mientras se quejaban delante del Creador por la pérdida de Egipto—en sus vidas—él no cesaba de mostrarles su Ley, incluyendo el jubileo administrativo y a su vez profético: Cuando hubieres entrado en la tierra que yo os doy, la tierra hará sábado a Yahweh. Seis años sembrarás tu tierra…Y el séptimo la tierra tendrá sábado de holganza…año de holganza será a la tierra…a tí, a tu siervo…y a tu extranjero… Todas estas celebraciones son como partes armonizantes de un rompecabezas profético del Sistema del 7 que analizamos en nuestros escritos, incluyendo las trompetas que se sonaban por mandato divino. Esas mismas trompetas que se levantaban profetizándonos un día santo—ahora ya cercano—que será presenciado, no en alguna oscuridad, sino ante los ojos del mundo. Todos los pueblos de la tierra lo verán (Mt 24: 30-31). Al son de la trompeta celestial (1 Cor 15:52) será redimido el pueblo de Dios. Al sonido de las trompetas celestiales (Apoc 8: 2, 6) los ángeles de Dios comenzarán la epopeya eterna de la redención (Apoc 8:7).
