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Tu, La Rosa


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Resumen del Libro

Tú, la Rosa . Merecido homenaje a las madres. Aquel terremoto había sido devastador. El feroz movimiento sísmico responsable de varios miles de muertos y grandes pérdidas materiales tenía aterrorizada a la población. El país estaba en emergencia. Heridos, inválidos y desvalidos llenaban una lista que se incrementaba cada hora. Necesitarían tiempo para retornar a la normalidad y si bien no había sido la primera vez, pues el riesgo era permanente cerca de una gran falla geológica, el Centro de Control de Sismos seguía los acontecimientos alarmado por la intensidad del fenómeno y réplicas que aumentaban la zozobra. Avanzada la tarde el cielo estaba gris y espesas nubes entristecían el ambiente. Polvo, sirenas, humo, llantos y caras tristes en medio del desconcierto parecían entonar un canto lúgubre por tan cruel castigo, mientras la noche caía envuelta por una pertinaz lluvia que hacía más hiriente el frío. Esa mañana no me había dado cuenta de lo que sucedía, pero un grito a mis espaldas me hizo dirigir la mirada a escasos metros y, en mi confusión, vi dos inmensas macetas decorativas de una casa que habían cedido para caer y hacerse añicos. Me asusté mucho. Comencé a tartamudear mientras mi madre se inclinaba para abrazarme. -Estás temblando, hijo. No tengas miedo, pronto pasará-sin embargo, el ruido continuaba y noté que el suelo se movía en ondas. Nunca había sido testigo de algo así y la cara de angustia de mi madre me asustó aún más. Rompí a llorar, me sentía indefenso. Mi consuelo fue pensar en papá. Habían transcurrido cerca de treinta años desde ese día, pero la voz del chofer: -¡Terremoto! ¡Es un terremoto! -me hizo volver a la realidad. Web:www.LuferMusal.com


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