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Tatiana Salem Levi Libros

La Llave De Esmirna

«Sin levantarme, agarro la cajita de la mesilla de noche. Dentro de ella, entre polvo, tiques viejos, monedas y pendientes, descansa la llave que me dejó mi abuelo. Toma, me dijo, esa es la llave de la casa en donde vivía, en Turquía. Lo miré con cara de incomprensión. Ahora, acostada en la cama con

La Llave De Esmirna

«Sin levantarme, agarro la cajita de la mesilla de noche. Dentro de ella, entre polvo, tiques viejos, monedas y pendientes, descansa la llave que me dejó mi abuelo. Toma, me dijo, esa es la llave de la casa en donde vivía, en Turquía. Lo miré con cara de incomprensión. Ahora, acostada en la cama con

La Llave De Esmirna

«Sin levantarme, agarro la cajita de la mesilla de noche. Dentro de ella, entre polvo, tiques viejos, monedas y pendientes, descansa la llave que me dejó mi abuelo. Toma, me dijo, esa es la llave de la casa en donde vivía, en Turquía. Lo miré con cara de incomprensión. Ahora, acostada en la cama con