Carlos Pinto Grote Libros
Las Preguntas Al Silencio
Esas otras cosas, la vida o la muerte, que no se llama, que son ellas mismas, solas, sin nombre, preguntando
Cantatas
Lentas aguas estivales pasan ante los ojos de quien la tímida orilla pasea. Entretanto, barcas, hojas tiernas, alguna flor, la mano abandonada de un navegante, surcan el río. Efímeras ondas aparecen. Y así, el Támesis, en la plácida tarde, sostiene sin descanso la esperanza.
Tratado Del Mal
XIX OTROS, que pretendían hallar la paz entre las dulces adormideras, eran perseguidos y encarcelados por los fieles esclavos de jueces vengativos que ponían fin a los delirios. Porque digámoslo en el delirio está la salvación y ellos no querían la salvación sino la condena. Entretanto se consumían mares de las más ardientes [ponzoñas sin
Unas Cosas Y Otras ; Sólo El Azul
III ¿Si alguna cosa fue, por qué es que no es? Fernando Pessoa REGRESO. Vuelvo atrás. Nadie ha movido las cosas de su sitio. Abrazo una pasión, beso aquel labio, hiero este corazón, sigo, transcurro mientras la nueva mirada va destruyendo lo que fue. Son los ojos de hoy, que no me sirven. Tienen la
De Los Días Perdidos
Dame, línea sombría del amanecer otra ocasión, la última, de sentirme viviendo en las alas de un pájaro que sube siempre hasta el final del sueño.
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