Pinocho, Que Te Crece La Coleta… . .

Resumen del Libro

El oro y el moro. ¡Qué fácil es prometer! Pero como nuestros abuelos conocían, una cosa es predicar y otra es dar trigo. Bajo una situación en España de hastío hacia la clase política, una nueva marea de renovación ha cubierto calles y ciudades, llenando los corazones cansados de ilusión cercana. Fuera trajes y corbatas, fuera coches oficiales, fuera títulos y cargos, fuera prebendas y choriceos. Luz y taquígrafos. Contra el pan y circo existente, jamón y círculos de decisión. Todo es relativo, todo es mejorable, hemos sido escarniados por siglos por nuestra clase dirigente y ahora llega el tiempo de la revolución. No se propugna el recambio, sino el cambio, el modelo no es Europa sino Venezuela. Los argumentos se certifican con movimientos de masas y las decisiones se ratifican mediante consultas populares, diarias si hace falta. La alegría se expande por todas las provincias de la vieja Patria. Las promesas se multiplican y arraigan como en tierra abonada por el paro y la marginalidad. Se dispara la venta de perros y de flautas, los peluqueros hacen cursos intensivos para dar respuesta al mercado de rastas y las familias empiezan a esbozar sonrisas olvidadas. Las promesas siguen creciendo: Subvenciones a mansalva, vivienda poco menos que regalada, luz y agua a costa del erario público, puestos de trabajo a elegir, y verbenas y carnavales y veladas lúdicas…. y felicidad. La mentira innata al talante político adquiere su expresión más dañina en las esperanzas vanas en gentes sencillas necesitadas de escuchar lo que quieren oir. Fruto del afán de poder, de la locura patológica o en el mejor de los casos de una ignorancia supina la mentira en el grupo emergente PODEMOS alcanza niveles de falacia, es más, adquiere, al menos para el corto entendimiento del que les escribe, caracteres demagógicos. Y entonces pensé: ¿Es que es tan fácil hacer demagogia? Pero demagogia en la segunda acepción del diccionario de la Real Academia Española, y …