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Lelia, 1


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Resumen del Libro

Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1843. No se muestra. Extracto: … y sin miedo. Cuando llegu al ltimo ya no me acordaba ni del nombre siquiera de la persona quien iba ver, porque, como digo, habia alli mucha gente y conoci que todos me miraban mi. Sabeis cu n pesada es la mirada de los hombres? Habeis intentado alguna vez ponderarla? Oh! pesa mas que esa monta a, pero para saberlo del todo bien es preciso ser sacerdote y llevar este vestido que llevo yo…. Ya me acuerdo: era un retrete colgado de blanco y lleno de lazos y emboscadas. Primero crei andar sobre la lana suave y fina de una alfombra, y ver blancas rosas en jarros de alabastro y luces suaves y clarasen globos de cristal. Pareci me ver tambien una mujer vestida de blanco y acostada en un lecho de satin blanco tambien, pero cuando volvi h cia mi su faz livida y di mi vista con su mirada de bronce, se desvaneci el hechizo que me fascinaba, y viendo claro en torno mio conoci el lugar en donde me hallaba. Las rosas se convirtieron en culebras y se ensortijaron por sus tallos levantando h cia mi sus amenazadoras cabezas. Las paredes se U ieron de sangre, los vasos de perfumes se llenaron de l grimas, y senti que mis pies no tocaban al suelo. Las l mparas vomitaban llamas rojas que salian h cia el techo formando ardientes espirales, y sufocaban como los remordimientos. Dirigi otra vez mi vista h cia el canap, y vi Lelia tambien, pero sobre parrillas de fuego y espirando en medio de atroces dolores. Pidi me que la salvase, acu rdome bien, pero entonces me acord de las s plicas que le habia hecho, aunque en vano, en otro tiempo, y de las l grimas in tiles que habia vertido á…


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