Hilandera De Palabras

Resumen del Libro

Mi nombre y la poesía Como si mis padres hubieran sabido que yo iba a ser como soy, me eligieron un nombre: Nora Cecilia, que acompañados por mis apellidos dicen mucho más de mí que lo que quisiera. Nora siempre me pareció un nombre tosco, de persona fuerte, emprendedora y realista, sin vueltas, corto y hasta muy particular. No hay muchas Nora, no fue un nombre común, no fue un nombre de moda. No gusta mucho. Y acompañado de mi primer apellido me definen en un aspecto: Nora real… sintético, definitorio, cortante.Además nacida bajo el signo de Géminis, que aunque no creo en que eso sea determinante de una personalidad, da idea de los gemelos que hay en mí.Una es Nora, el otro nombre Cecilia. Suena a Santa, Patrona de la música, artista, soñadora, pero también luchadora.Cecilia es un nombre dulce, melodioso, tierno, de niña, con sueños. Es la otra gemela. Que no se contraría porque Nora, es más potente, porque la esconde, porque la oculta solo para las ocasiones íntimas. Si te amo, si te acaricio, si soy dulce, no soy Nora. Soy Cecilia. Cuando canto, cuanto elijo música no soy Nora, soy Cecilia. La guardadora de mis sueños es Cecilia. La que escribe delirios en poesías. Nora puede llegar a ser agresiva. Cecilia nunca.Y como si fuera poco, un apellido materno, con toda la garra vasca. Urrutia, Tierra de avellanos. Árbol con un fruto de cáscara dura, pero un corazón que huelle a navidad. Y que sabe a helado de chocolate (con avellanas). Amigos. Aunque no lo crean todo esto lo descubrí hace poco tiempo, y decidí no esconder mas a Cecilia. No la puedo poner en primer plano pero quiero que se muestre. Mírenme, léanme, descúbranme. Gracias. Nora Cecilia Real Urrutia