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En Boca De Los Profetas: Daniel, Ezequiel, Jeremías E Isaías.


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Resumen del Libro

La humanidad hace tiempo dejó atrás esas épocas en que los hombres sabios eran escuchados y respetados aún por sus emperadores y reyes enemigos. La sabiduría hoy ha dado paso al entretenimiento, el cual—como tumor cancerígeno—ha rastreado y conquistado todas las esferas de la sociedad, incluyendo la política. El profeta Daniel cubrió los principales acontecimientos e Imperios mundiales, teniendo en mente incluso la soberbia de los para entonces futuros emperadores romanos, y el Espíritu Santo hace que el profeta mire directamente en la lejanía de la historia, hasta el Final de los tiempos, cuando surja en el mundo un emperador o líder mundial (aunque por breves años) conocido por los cristianos como el Anticristo. El profeta Ezequiel igualmente nos describe el Final de los Tiempos en sus profecías. Once años antes que Jerusalém fuera totalmente destruida por el ejército del rey Babilónico Nabucodonosor hubo otro cautiverio, en el 597 a.C, donde el joven Ezequiel es llevado a la gran ciudad de Babilonia (2 Ry 23:36-37, 24:8-16, 2 Cr 36:5-10). Hasta ese momento habían ocurrido varios cautiverios que fueron desmembrando al pueblo de Israel desde tiempo de los asirios. El profeta Jeremías era originario de Anatot, un pueblo cercano ubicado al nordeste de Jerusalém, Jeremías fue llamado por Dios desde muy joven para traernos su Santa Palabra, con su pasión característica, incluso catalogada por algunos como el profeta del llanto, por el lloro constante al ver a su pueblo apartado del Creador y entregado a idolatrías paganas. Sus lamentaciones fueron igualmente escritas en rollos de pergaminos, y son el resultado de presenciar el debacle de su extraviada nación. Isaías nos profetiza al Mesías de Dios más de 700 años antes de su aparición y ministerio en Galilea. Y hablando de Galilea, y como hecho curioso, vemos que cuando los apóstoles pescaban en presencia de Jesús, los peces traídos en la red representaban numéricamente un…


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